Cristina con Francisco Argentinos que pasean "chochos" por toda Itali  El Papa, Sarajevo, la "tercera guerra mundial" y la visita de la presidenta retratados por un cronista de Tiempo, en su paso por Florencia.
Según consignó Tiempo Argentino, los diarios italianos -son tantos, tantísimos: entre ellos Il Fatto Quotiddiano, que es el único que no recibe subsdios del Estado- ofrecieron ayer los detalles del vuelo de once horas que trajo de regreso al Papa Francisco de Sarajevo, en la Bosnia-Herzegovina a Roma.
Apenas unas horas después, recibía a Cristina Fernández en el Vaticano. A 20 años de una guerra cruentísima entre bosnios y servios, Francisco señaló que percibe un "clima de guerra" -él, que no deja de alertar acerca de que una "guerra mundial", la tercera, se está viviendo hoy y ahora, solapadamente, aunque muchos no quieran decirlo, o advertirlo–. "No es suficiente hablar de paz: se debe hacerla", dijo el Papa en el avión.
Según consignaron La Stampa, La Repubblica -el inevitable Corriere Della Sera, que puede leerse por cinco pesos en Argentina-, Francisco escuchó en Sarajevo el relato de una hermana torturada en 1993 por parte de soldados musulmanes que llegaron de "algunos países de Medio Oriente", el de un sacredote franciscano que pasó cuatro meses en un campo de concentración serbio, y de sacerdotes masacrados allí y allá.
Los argentinos de vacaciones en Italia son legión. De Buenos Aires, de Capital, de todas las provincias.
"Quien habla de la paz pero vende armas es un hipócrita", añadió el Papa. De eso, y del otro argentino famoso se llenaron las páginas de los diarios dominicales italianos, los del Norte y los del Sur: el Messi "vaffangulo", culpable de que el Barcelona dejara afuera a la Juve de Tevez y de Andrea Pirlo, que salió en tapa llorando, en los brazos del negro Paul Pogba, tiernísimo.
"Brasileños y muchos argentinos", dicen los mozos y las gestori de algunos de los restaurantes más nutridos de Nápoles, de Catania, de Florencia, al menos por los que pasó, en plan encuesta amateur desde luego, este cronista. No se equivoca, entonces, la cronista que escribió desde Nueva York para la revista dominical del diario La Nación hace unas semanas, donde consignaba la cantidad impresionante de argentinos y argentinas que se pasean, chochos, por las avenidas, los negocios, los restoranes, derrochando dinero en la que hoy es la nueva Roma imperial.
Los argentinos de vacaciones en Italia son legión. De Buenos Aires, de Capital, de todas las provincias.
Una bonaerense que le tocó en suerte a este cronista compartir tres días de hotel, feroz anticristinista, se emocionaba al encontrarse con alguna connacional ("¡Ayyyy, argentina! ¡AR-GEN-TI-NA, al fin una argentina!", etc para luego opinar sobre lo mal que se está allá: la inflación, la inseguridad, "la plata de los jubilados". "¿Te parece? ¿Mirá cómo estamos las tres?", le responde a Marta, la anti K, una mujer mayor que llegó de Bahía Blanca por tres semanas, junto a dos amigas, señalándose la panza, y la de ellas. "Gracias a Cristina, o mejor dicho, a la situación actual, es la tercera vez que venimos, y el grupo de cordobesas con que nos encontramos en Capri nos dijo lo mismo."
Como se sabe, el argentino pasa de la comida a la moda, y a la política en cuestión de segundos cuando se habla entre amigos o, como se ve, entre desconocidos. Anoche entre los italianos. E italianas.
Fuente:INFOnews
Lunes, 8 de junio de 2015
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