Sociedad Una calle de Rosario llevará el nombre Melitona Enrique, sobreviviente de la masacre de Napalpí Una calle de Rosario llevará el nombre Melitona Enriqu 
El Concejo Municipal de Rosario designó una calle con el nombre de Melitona Enrique, última sobreviviente de la masacre de Napalpí.
Este homenaje simboliza el reconocimiento a los pueblos originarios y la memoria de un capítulo doloroso de la historia argentina, aún pendiente de justicia y reparación.
Melitona se fue una noche, silenciosa y firme, como supo vivir. Se fue caminando por un arco iris tejido con la luz de las estrellas, llevando en sus oídos los ecos de un grito antiguo. Tal vez la voz de un pueblo que, en su último cumpleaños, le pidió perdón. Tenía 107 años. Fue la última sobreviviente de la masacre de Napalpí, ocurrida en el Chaco en 1924, y falleció en 2008. Su historia fue contada muchas veces, incluso en vida, como un testimonio que se resistía a desaparecer.
Nacida en un contexto de extrema pobreza, Melitona Enrique vivió gran parte de su vida en el olvido. No tenía casa, ni acceso a condiciones dignas, como muchos integrantes de las comunidades originarias del norte argentino. A principios de los años 2000, su historia fue recuperada por integrantes de su comunidad, por un maestro qom —el maestro Juan Chico— y por quienes, al escuchar su nombre, empezaron a entender que la masacre de Napalpí no era un relato lejano, sino un crimen de lesa humanidad sin justicia ni reparación. Fue la Organización Panamericana de la Salud quien, durante un relevamiento de la situación sanitaria en comunidades del Chaco, documentó su vida y su historia, y con ella visibilizó la falta de políticas públicas para las comunidades qom y moqoit que vivían en zonas como Machagai.
Melitona tuvo 12 hijos. Algunos de ellos, y sus descendientes, hoy viven en Rosario. Y es precisamente en esta ciudad donde su nombre vuelve a resonar con fuerza. Porque una calle de Rosario lleva ahora su nombre. En la última sesión del Concejo Municipal, gracias al impulso de diversas organizaciones y familiares, el hasta ahora Pasaje 734 del barrio Sorrento fue renombrado oficialmente como Melitona Enrique.
Así lo explicó la concejala Norma López (foto), en Señales: “El 19 de julio de 1924, el presidente de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear, y el gobernador del Chaco, Fernando Centeno, planificaron la masacre de Napalpí. Napalpí era una reducción de pueblos originarios, Qom y Moqoit, que vivían de la recolección algodonera en condiciones infrahumanas, prácticamente de esclavitud. Aquel día, decidieron protestar. La respuesta fue una masacre: 40 personas de todas las edades fueron asesinadas, mutiladas y torturadas. Durante muchos años, en nuestro país hubo impunidad respecto a este trágico suceso.
Recién en 2022, una jueza federal del Chaco, la doctora Zunilda Nirenberger, habilitó un juicio para investigar los hechos desde la perspectiva de los derechos humanos. Así se constituyó el primer juicio por delitos de lesa humanidad contra una población de pueblos originarios.
Hubo pocos sobrevivientes. Entre ellos, Melitona Enrique, quien además vivió muchos años en nuestra ciudad.
En la última sesión del Concejo Municipal, a pedido de diversas organizaciones y de referentes y referentas de distintas naciones originarias —entre ellos, Daniel Naporichi, Rosana Esquivel, Oscar Talero, y familiares de Melitona, como bisnietos y una de sus hijas, Jara—, una de las calles de nuestra ciudad fue nombrada en homenaje a ella. En el barrio Sorrento, el pasaje 734 lleva, desde el jueves pasado, el nombre de Melitona Enrique.
Simbólicamente, para nosotros es un hecho muy significativo, porque implica también reconocer los delitos cometidos por el Estado contra los pueblos originarios. Son delitos de lesa humanidad, y la reparación aún no ha sido completada”.
La ordenanza sancionada establece: Artículo 1°: Desígnase con el nombre de Melitona Enrique a la arteria anteriormente denominada Pasaje 734, ubicada en barrio Sorrento. Artículo 2°: Encomiéndase al Departamento Ejecutivo que coloque en el lugar la señalética correspondiente. En palabras del tema musical que Lucas Segovia le dedicó —acompañado por Antonio Tarragó Ros—, Melitona no solo fue madre de doce hijos, sino madre de un pueblo. Su letra es un verdadero poema que merece ser leído, compartido, recordado. Porque como dice la canción: que no triunfe el silencio.
Melitona se fue una noche a encontrarse con las abuelas muertas, se fue caminando por un arco iris formado por la luz de las estrellas, llevando en sus oídos tal vez aquellos gritos o tal vez la voz de un pueblo blanco que en su último cumpleaños le pidió perdón.
Si una estrella mañana veo en el cielo, será la que has encendido para tu pueblo, no dejes que en esta tierra triunfe el silencio, enciende en las gargantas un grito nuevo.
Madre del pueblo indio, Melitona, fuiste hacia la casa del que no olvida. Madre del pueblo indio, Melitona, de tus ojos dormidos fluye la vida.
Cuando llegues al cielo de los recuerdos, consíguenos la memoria del universo, y que abriendo los brazos al fin formemos con el criollo y el gringo un solo pueblo.
Madre del pueblo indio, Melitona, de los recuerdos veo en el cielo un grito nuevo.
Hoy, su nombre queda grabado en una calle, pero también en la historia.
Lunes, 25 de agosto de 2025
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