Violencia en Michigan Un tiroteo y dos policías muertos reviven la tensión en EE.UU.  Un detenido arrebató una pistola a un guardia y mató a dos uniformados. Fue cuando lo custodiaban ante una Corte en Michigan. El episodio se produce en un país aún en shock por la matanza de Dallas.
El clima de tensión que existe en Estados Unidos alcanzó hoy un nuevo pico cuando un hecho policial, que arrojó dos policías y un civil muerto, logró captar el interés del públicos y los medios bajo la sospecha de que se trataba de un episodio mayor.
Todo ocurrió esta tarde en las afueras de un tribunal de la localidad de Saint Joseph, en el estado de Michigan, en el Medio Oeste del país, cuando un detenido logró sacarle el arma a una pareja de policías que lo custodiaban y los mató. El atacante fue de inmediato abatido por otros integrantes de las fuerzas de seguridad, según informaron medios de Michigan y varias cadenas de TV de Estados Unidos.
Saint Joseph es una localidad que se encuentra a unos 200 kilómetros de Detroit, la ciudad más grande de Michigan. Al ver la dimensión en la prensa que tomaba el episodio y tras disponer la evacuación del Tribunal, el gobernador del Estado, el republicano Rick Snyder, informó desde su cuenta de Twitter que la policía estatal ya tenía la situación bajo control y “comenzó su investigación” del incidente.
Estados Unidos se recupera aún de la matanza del viernes pasado ocurrida en Dallas, estado de Texas, donde cinco policías fallecieron y otras 11 personas resultaron heridas por disparos de un francotirador y veterano de guerra.
Esta matanza se produjo luego de la muerte de dos negros a manos de la policía.
En St Paul, en Minnesota, Philando Castile murió el miércoles pasado sentado en su auto, al lado de su novia y su hija pequeña, acribillado por un policía blanco durante un control de tráfico. Su novia difundió en vivo los momentos posteriores en un video de Facebook Live. Un día antes, otro hombre negro, Alton Sterling, de 37 años, murió tiroteado por dos policías blancos que lo balearon en el cuello y la espalda en Baton Rouge, en el sureño estado de Louisiana, en un episodio que fue filmado por un testigo con un celular y desató protestas.
Varias ciudades de Estados Unidos vivieron este fin de semana horas de tensión y violencia cuando miles de personas salieron a las calles a protestar contra los últimos casos de gatillo fácil policial contra negros y fueron reprimidos, con un saldo final de alrededor de 250 detenidos y cinco oficiales con heridas leves. La escalada se hizo tan evidente que el presidente Barack Obama decidió acortar un día su visita a España y volver a Estados Unidos.
Antes de salir de Madrid, el mandatario reiteró que la violencia policial es “inaceptable” y fue tajante al afirmar que lo está sucediendo en los últimos días “es parte de la tradición de este país”, una referencia clara a los años de segregación racial que marcaron al país.
Hoy, el jefe de la policía de Dallas, David Brown, denunció en una rueda de prensa que él y su su familia habían recibido amenazas de muerte tras el asesinado de cinco agentes a manos de un francotirador. La amenaza llegó a través de Facebook en la página del departamento de policía.
Brown dijo que la policía considera creíbles todas las amenazas recibidas. En tanto, las investigaciones sobre Micah Johnson, el francotirador muerto tras la matanza, sigue con el examen de 170 horas de imágenes de cámaras de TV o instaladas en patrullas. Brown anunció que revisarán al menos 170 horas de vídeo y 300 declaraciones de testigos para reconstruir el asesinato de los policías. “Vamos a mirar hasta debajo de las piedras”, prometió.
Fuente: Clarín
Lunes, 11 de julio de 2016
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