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El regreso chaqueño a Malvinas luego de casi 30 años de la guerra
Martín Bacs es oriundo de Villa Ángela. Cumplía el servicio militar obligatorio en el Batallón de Infantería de María Nº 2. Contaba con 18 años cuando participó en el desembarco a las islas Malvinas en abril de 1982. Como otros exsoldados o familiares de los caídos que regresan a las islas luego de la posguerra, Martín Bacs viajó junto a su señora y su hijo en enero de este año, a casi 30 años de la gesta.

Lunes, 2 de abril de 2012
“Tuve la suerte de volver a las Islas Malvinas”, expresó Bacs y resaltó el apoyo familiar que “siempre están conmigo y son mi apoyo cuando los necesito”.
“Estuvimos una semana, desde el 14 de enero hasta el 21 de este año. Para mí pisar la isla después de 30 años fue lo máximo. Cuando salí de baja del servicio militar siempre tuve en mi mente volver a las islas”, señaló el veterano.
Seguidamente agregó que al permanecer en las islas “recorrí todo lo que pude: Puerto Argentino, el faro San Felipe (Pembroke), el viejo Aeropuerto, Darwin, Pradera del Ganso (Goose Green), San Carlos, caminamos hasta el Monte dos Hermanas (Two Sisters), donde todavía se encuentran vestigios de la guerra”.
También comentó que visitó “el cementerio británico y el argentino, al cual fui dos veces para rendirles un pequeño homenaje rezando por las almas de mis ‘hermanos de armas’, por los verdaderos héroes, que no pudieron volver al continente”.
“¿Qué sentí? Me cuesta expresar lo que sentí, fueron muchos los sentimientos: bronca, impotencia, tristeza. Pasaron 30 años y todo sigue igual, todavía no nos podemos sentar a negociar con Gran Bretaña, los ingleses siguen dilatando las negociaciones y ganando tiempo a su conveniencia”, expresó.
“Las Islas Malvinas cambiaron muchísimo, se volvieron dicen muy turísticas después de 1982, en la semana que estuve pude ver a dos cruceros que hacen una parada en la ciudad para luego continuar viaje hacia la Antártida. Se puede ver a buques de color naranja que se acercan a la ciudad; estos son los que abastecen a la plataforma petrolera, la mano de obra barata en el archipiélago la hacen los filipinos y chilenos muy jóvenes”, comentó.
Al respecto dijo que “se dice que trabajan unos 250 chilenos, todo lo traen en avión o en barco desde Inglaterra, y ciertas cosas, como las frutas, las traen desde Chile. Se puede ver que hubo grandes inversiones de dinero, hay algunas rutas pavimentadas que en el 82 solo eran senderos”.
“No nos equivoquemos, las Malvinas no son dos diminutas e insignificantes islas, perdidas en el sur del Océano Atlántico. En realidad son “dos diamantes” que los ingleses se están encargando de pulir”, señaló.
Agregó: “Poseen un gran potencial económico y estratégico. Allí existe una gran riqueza y los británicos la están aprovechando, están arrasando con la riqueza ictícola vendiendo concesiones de pesca a barcos de distintos países, están limpiando el mar argentino y en poco tiempo empezarán con el petróleo”.
“Nosotros estamos lejos y no palpamos la realidad de lo que está ocurriendo. Un país como el Reino Unido de Gran Bretaña no va gastar millones de libras esterlinas por año en mantener una base a 12.700 Kilómetros de Londres para cuidar un puñado de kelpers. A los británicos no les importan los habitantes, estos siempre fueron manejados a través de un gobernador instalado por Londres; a ellos les importa la gran riqueza que está en juego en el sur, que poco a poco se la están llevando”, concluyó.
Fuente: Diario Norte