La creciente trajo un espectáculo de cardúmenes en la costa correntina
El río sigue creciendo y las “mojarras” invaden la punta San Sebastián en busca de comida.
Martes, 5 de enero de 2016
Un espectáculo poco habitual se ve por estos días en la costa correntina, la corriente trae cardúmenes en busca de comida hasta la costa San Sebastián y a lo ancho de todo el río Paraná.
Las “mojarras” remontan el río al paso de embarcaciones y también en los bordes de la costanera, donde peatones y pescadores presencian uno de los giros que trae la naturaleza cuando la altura del hidrómetro marca los 7,06 metros en el puerto de Corrientes y las lagunas y reservorios se encuentran totalmente colmados.
El río pierde sus orillas. El agua anega campos y, por lo tanto, los peces pequeños ingresan a comer insectos, ranas, culebras y otros pequeños animales que antes no tenían a mano.
Además, los alevinos de los dorados encuentran también refugio en las nuevas aguas bajas que se forman en las veras de los ríos. Aprovechan en esos lugares playos dos factores a su favor: la falta de correntada y de peces que los puedan engullir cuando son tan chicos. Si la creciente, entonces, acompaña el desove, sucede como en el 2010 cuando maravillosamente y por un par de temporada hubo dorados como nunca antes se había visto en la cuenca del Paraná Medio, Inferior y hasta en el río de la Plata.
Para que tan buena dispersión tenga lugar se precisa que la creciente dure muchos días. Si sube de repente y se diluye con la misma velocidad, los peces no tienen ni tiempo de acomodarse a los nuevos lugares y su diferente presión de agua.