Medidas de Economía Qué busca el Gobierno y cuáles son los riesgos de su drástico giro  Se rompió el esquema cambiario y podrá intervenir de manera directa; la debilidad que desató las modificaciones y cuáles pueden ser los desenlaces. Pablo Fernandez Blanco. La nacion.com ¿Señal de desesperación, muestra de debilidad o acierto político camino a un triunfo? Cualquiera de los tres términos se podrían usar para explicar el cambio radical que acaba de implementar el Gobierno en su política para contener al dólar. Las tres, además, necesitan tiempo para confirmarse.
El presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, informaron hoy a través del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, que el Gobierno intervendrá de manera directa en el mercado cambiario. En un contexto en el que el dólar está orientado al alza, la medida sólo puede leerse de una manera: la Casa Rosada convalidó la venta de reservas para frenar el tipo de cambio en un contexto electoral.
Es un cambio drástico en la política que hasta ahora defendía el Gobierno. En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se comprometió a no comprar divisas hasta que llegara al piso de la banda -unos $954 hoy- ni a vender a menos que la superara, es decir, cuando llegara a aproximadamente $1467. Todo eso quedó en el pasado, salvo por una cuestión de formas. El Banco Central (BCRA) no hará el trabajo, sino que correrá por cuenta de Economía.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó hoy que el Gobierno intervendrá en el tipo de cambio. Astarita Nicolás/AFS El dólar, que para muchos analistas realmente nunca flotó, como dice el Gobierno, entrará ahora en una nueva etapa. En cualquier caso, se podrá hablar de flotación sucia. Pero nunca del reino de la libertad cambiaria.
Las sorpresas terminan allí. Una mirada rápida sobre el pasado muestra una evidencia histórica en la Argentina. En los años impares, de elecciones, los gobiernos sacrifican reservas para contener saltos en el tipo de cambio, en algunos casos, atrasándolo. Esa práctica, a su vez, es el embrión de la futura devaluación, porque tiende a acumular presiones que luego necesitan liberarse.
¿Pasará lo mismo esta vez? Nadie puede asegurarlo. El equipo económico está genuinamente convencido de que un resultado electoral favorable en octubre curará los males que fue acumulando en los últimos meses. Habrá que esperar para ver si el resultado en los comicios es el que espera Milei y, luego, si la cuenta que hace el mercado es similar a la de Economía.
En cuanto al presente, la decisión de hoy revela que venció el modelo que el Gobierno inauguró el último abril, tras el acuerdo con el FMI y la liberación parcial del cepo cambiario. Nadie podrá decir que Milei y Caputo entregaron fácil esa colina.
La gestión diaria del dólar perdió el equilibrio en los primeros días de julio. Economía dispuso el fin de las denominadas LEFI, papeles de deuda del Tesoro que tenían los bancos, por más de $15 billones. Nunca desde ese momento el sector financiero terminó de digerir esa liberación de pesos. Ese mes, el dólar subió casi 14%.
Todo lo que ocurrió después empeoró la situación. El Congreso le asestó varias derrotas políticas a Milei que apuntan contra el corazón de su plan (un resultado fiscal equilibrado) y las filtraciones de los audios atribuidos al extitular de la Agencia de Discapacidad, Diego Spagnuolo, empeoraron la situación. Varias encuestas que se hicieron con posterioridad al hecho, hace dos semanas, muestran una caída en la imagen de Milei por el escándalo.
Los agentes del mercado le suman otro hecho federal a la sucesión de problemas. El último domingo, el radical Juan Pablo Valdés se quedó con la elección en Corrientes. La Libertad Avanza quedó cuarto. Una extrapolación a nivel nacional sería exagerada, pero la tabla final de posiciones en esa provincia acepta múltiples interpretaciones en contra del objetivo de la Casa Rosada. Distintos economistas, que ven la política como segunda disciplina, comienzan a preguntarse si la estrategia de fundar un gran partido nacional (línea Karina Milei) es la correcta, en lugar de haber avanzado en una política de alianzas (como sugirió Santiago Caputo).
Caputo y Santiago Bausili (Banco Central) desplegaron paulatinamente una serie de medidas para contener la suba. Intervinieron en el mercado de dólar futuro, aumentaron los encajes (el dinero inmovilizado que tienen los bancos), subieron las tasas de interés a un nivel incompatible con el desarrollo de la actividad y aplicaron cambios en la tenencia de moneda extranjera que pueden tener las entidades financieras.
Como contó LA NACION, además, el Tesoro empezó a vender sin difundirlo dólares propios en los últimos días. La última estación de ese viaje ocurrió hoy, con el reconocimiento de que el Gobierno podrá intervenir de manera directa sobre el dólar.
El Banco Central y el Ministerio de Economía aplicaron distintas medidas agresivas en agosto para contener al dólar, que cerró neutro. El Banco Central y el Ministerio de Economía aplicaron distintas medidas agresivas en agosto para contener al dólar, que cerró neutro. Natacha Pisarenko - AP Son medidas que siempre generan inquietud. La doctrina de la disuasión, que maduró en la Guerra Fría, sugería que para evitar una gran contienda, un país debía tener un arsenal tan grande que el rival no se atreviera a atacarlo. ¿Cuál es el arsenal del Gobierno para enfrentar al dólar? Existe, pero tiene límites.
El Tesoro cuenta con poco más de US$1700 millones en el Banco Central para disputar la guerra. El peligro de tirarlos para contener la granada cambiaria es que envía una señal audaz. Los temerosos o los especuladores buscarán colocarse en el primer lugar de la fila para comprar reservas antes de que se terminen.
Por Pablo Fernández Blanco
Martes, 2 de septiembre de 2025
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