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Economía Atención: ARCA modifica la facturación del monotributo  El organismo nacional introduce nuevas reglas que modifican el control tributario. La recategorización será semestral y el remito digital y obligatorio. Una medida que puede salir muy cara para los monotributistas si no se actualizan.
Con el inicio de mayo, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) da un giro al esquema tributario de los pequeños contribuyentes. Una serie de reformas redefine la relación entre el fisco y los monotributistas, con foco en el control cruzado, la transparencia operativa y la fiscalización digital. La nueva normativa apunta a adaptar el tributo a los ingresos reales y reducir las brechas de evasión.
Desde este mes, todos los inscriptos en el régimen deben realizar una recategorización semestral obligatoria, en los meses de febrero y agosto. Durante estos períodos, los contribuyentes deben revisar sus ingresos acumulados de los últimos doce meses y ajustar su categoría, si corresponde. De omitirse esta obligación, ARCA podrá recategorizarlos de manera automática, aplicando fuertes sanciones.
Las multas por incumplimiento no son menores. El nuevo marco contempla penalidades de hasta el 50% del impuesto omitido, lo que representa un golpe severo para quienes no se mantengan actualizados. Con este mecanismo, el organismo busca desalentar maniobras irregulares y fomentar una cultura tributaria más transparente. Los controles serán estrictos y continuos.
Entre las modificaciones más relevantes, se encuentra la implementación obligatoria del remito digital para quienes comercialicen productos con entrega física. El formato papel queda desplazado por un sistema electrónico que deberá generarse desde la plataforma web o la aplicación oficial de ARCA. Este comprobante se vincula directamente con las facturas emitidas, permitiendo una trazabilidad inmediata de las operaciones.
También se incorpora una exención específica para quienes solo alquilen hasta dos inmuebles urbanos sin ejercer otra actividad económica. Este beneficio, sin embargo, está sujeto a una rigurosa validación: los contratos deben inscribirse en AFIP y declararse formalmente ante ARCA. El control se ejecutará mediante un entrecruzamiento de datos con registros catastrales y otras bases públicas.
Con la lupa de un Estado con más impuestos y las herramientas digitales en expansión, evadir o ignorar las obligaciones podría costar muy caro.
Lunes, 19 de mayo de 2025
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