Sociedad Denuncian que las tabacaleras apuntan promociones a los más chicos Lo hacen con mensajes atractivos y carteles luminosos, según denuncian desde la Fundación Interamericana del Corazón. Dicen que la ley no se cumple.
Mientras la legislación local y mundial apunta a desalentar el consumo de cigarrillos, no sólo para los adictos sino también para los que ni siquiera probaron fumar alguna vez, las tabacaleras dirigen sus publicidades hacia los más chicos. Así lo denunció ante el Ministerio de Salud de la Nación la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), que además lo advierte a través de una campaña en la que reúne firmas para denunciar y prohibir las estrategias que emplea la industria con el fin de captar la atención de los jóvenes e incluso de los niños. El tabaquismo es la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo, y por ello se estableció que el 31 de mayo es el Día Internacional Sin Tabaco.
"Queremos mostrar que la publicidad que hacen las tabacaleras en los kioscos está relacionada con productos que consumen los niños, como golosinas, juguetes, cosas atractivas para ellos. Además relacionan el tabaco con mensajes de autonomía, belleza, seguridad. Había una campaña que decía 'Rompé las bolas', que es un término muy de los chicos, y se relacionaba con una cápsula que tenía el producto. También trabajan con el tema de los colores, con envoltorios muy atractivos, o los presentan en displays. Sacaron las grandes publicidades pero llenaron todo de paquetitos donde no se ve la advertencia sanitaria", ejemplifica Mariela Alderete, vicedirectora de FIC Argentina y la responsable del proyecto. Por todo ello, la FIC denunció esta semana de manera oficial a las compañías Massalin Particulares y Nobleza Piccardo.
La denuncia surge después de una recorrida realizada por la FIC este verano en bares, discotecas y paradores de la Costa Atlántica, y comprobar que no se respeta la Ley Nacional 26.687, sancionada en 2011, que prohíbe la publicidad de productos de tabaco pero contempla algunas excepciones, como la promoción directa a mayores de 18 años con consentimiento previo y la que se haga dentro de los lugares de venta de productos de tabaco, es decir, los kioscos. En 2013, la reglamentación limitó la publicidad a solo dos avisos publicitarios por empresa. Se estableció que no podían superar un tamaño de 30 por 30 centímetros ni tener luz especial o ser visibles desde el exterior del punto de venta, además de contar con la obligación de incluir advertencias sanitarias de no menos del 20% de su tamaño.
"Tenemos una ley que prohíbe la publicidad de esos productos, justamente para evitar la iniciación de los jóvenes".
Lo que se vio en el relevamiento de enero en la costa fueron muchos carteles luminosos de grandes dimensiones de marcas de tabaco, objetos decorativos y promotoras entregando paquetes de cigarrillos en bares y boliches. "Estos espacios son principalmente concurridos por jóvenes, segmento clave al que apunta la industria tabacalera para atraer nuevos consumidores", insisten desde la FIC y aseguran: "En la Argentina, además de la presencia de las marcas en bares, discotecas y paradores, la industria también despliega publicidad en los puntos de venta violatoria de la reglamentación".
El doctor Jonatan Konfino, director nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgos, se suma a la denuncia y dice que "la evidencia internacional y los documentos de la industria tabacalera demuestran su estrategia mundial de seguir captando jóvenes porque muchos de sus clientes ya han muerto o, mejor aún, se han dado cuenta de que se pierden de disfrutar lindos momentos por fumar". El funcionario detalla que, desde el Ministerio de Salud de la Nación, se detectaron muchos kioscos que no cumplen con las normas: "Eso nos ha llevado a labrar más de 200 actas a las tabacaleras en los últimos meses".
Otro relevamiento de FIC indicó que en tres de cada cuatro kioscos la industria tabacalera no cumple con la normativa. El panorama se repite en otros países de la región como Brasil, Colombia y México, por lo que decidieron iniciar una campaña conjunta para exigir marcos regulatorios que contemplen una prohibición completa de todas las formas de publicidad de los productos de tabaco.
"Tenemos una ley que prohíbe la publicidad de esos productos, justamente para evitar la iniciación de los jóvenes, que sabemos que muchas veces empiezan a fumar por ser víctimas de mensajes engañosos que trata de vender la industria tabacalera", sostiene Konfino.
La regulación actual consiste en una norma nacional de control del tabaco pero también hay normativas provinciales y municipales que ordenan la actividad. Mendoza, Formosa, Chubut y San Juan son las provincias que adhieren a la ley nacional, que también dice que el Ministerio de Salud de la Nación, que es la autoridad de aplicación de esa norma, debe impulsar campañas de información junto a la cartera educativa.
"Es relevante reforzar la señalética de los espacios donde figure que está prohibido fumar", agrega Gustavo Piantino, titular de la secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), que depende del Ministerio de Desarrollo Social. "Las industrias tabacaleras, en numerosas oportunidades, buscan aumentar la rentabilidad sin tener en cuenta la gran responsabilidad que tienen frente a la sociedad. Distintas estrategias de venta pueden estar dirigidas a un público más joven, incitando a que niñas, niños y adolescentes se inicien como consumidores del tabaco, pero también muchas organizaciones sociales y no gubernamentales se han ido empoderando y exigiendo que las empresas actúen de forma responsable, articulando con organismos del Estado, generando redes de control", observa Piantiwno.
La última Encuesta de Factores de Riesgo (ENFR), que se realiza entre el INDEC y el Ministerio de Salud, reveló que el consumo de tabaco está bajando en el país desde 2005: pasó de 29,7 al 25,1 %, lo cual significa que una de cada cuatro personas reconoce consumir tabaco en la actualidad.
De los tres relevamientos oficiales que se realizan en el país cada cuatro años, surgió que la exposición habitual al humo de tabaco ajeno bajó de manera progresiva. Fue del 52% en 2005, 40,4% en 2009 y el 36,3% en el último, que se conoció el año pasado. Los analistas del ENFR aseguraron que la disminución del consumo debe ser más valorada si se tiene en cuenta que, en la encuesta anterior, con un sueldo promedio se podía comprar la mitad de los atados que se pueden comprar hoy, porque el precio aumentó en menor proporción que los salarios.
Desde la tabacalera Nobleza Piccardo refuerzan esa idea: "Los cigarrillos están baratos en la Argentina. La Organización Mundial de la Salud entiende que deben aumentar los precios y nosotros estamos de acuerdo. En la Argentina, la marca más vendida tiene su atado a 1,20 dólares, con un 70% de impuestos. Tenemos una de las presiones tributarias más altas del mundo. En Chile llega al 80% pero el atado cuesta 4,5 dólares".
Alderete reconoce la influencia de la ley en el mejoramiento de las estadísticas: "Creemos que el descenso en el consumo se debe a las políticas que se han ido implementando, sobre todo a los lugares libres de tabaco, lo cual ayuda a desnormalizar una adicción. Igual vemos que a los 13 años ya han probado el cigarrillo y esa cifra se mantiene, por eso creemos que falta la prohibición completa de cualquier publicidad", explica.
Desde el Estado nacional no descartan esa opción. Konfino considera que "un próximo paso tiene que ser la prohibición total de la publicidad por la relación negativa entre eso y la salud" y Piantino está de acuerdo, "con el firme propósito de prevenir el inicio de consumo y aumentar la cantidad de espacios 100% sanos, libres de humo".
25% de la gente se expone en el trabajo al humo del tabaco, pero en 2009 era 34%. En bares y restaurantes, bajó de 47,2% a 23,5%. Muchos consideraron dejar de fumar por las imágenes incorporadas a los atados.
Las tabacaleras se defienden
"El objetivo no es apuntar a los chicos sino a los mayores de 18 que tengan ganas de fumar. Como industria, tenemos el deber de anunciar nuestros riesgos. De hecho, en nuestra página aparecen y en los paquetes tenemos frases al respecto desde antes de que lo indique la legislación. No buscamos que haya más consumidores sino que el que elige fumar consuma nuestros productos y no los de la competencia". Ésa es la posición que la compañía tabacalera Nobleza Piccardo tiene sobre la denuncia de la Fundación Interamericana del Corazón.
Consultados por Tiempo, sus voceros aseguraron que cumplen "con la normativa local en cada punto de venta" y argumentaron que "lo que sucede a veces es que se dice que hay que aplicar el marco normativo nacional en lugares donde no se adhirió a la ley nacional, como en la Ciudad de Buenos Aires, y lo que rige es la regulación municipal".
Desde la compañía sostienen que "de ninguna manera la comunicación está orientada a los menores", aunque advierten: "Sabemos que es un producto controversial que debe ser consumido solo por mayores de 18. Bajo ningún concepto un menor tiene que fumar. Nuestra responsabilidad es informar el riesgo que conlleva este hábito. Nosotros hacemos campañas para que el kiosquero, con quien trabajamos mucho, se concientice y no les venda a menores. Los kiosqueros y los padres tienen que estar involucrados. No hay que mandar a los chicos a comprar cigarrillos, por ejemplo".
Un paquete por marca
Mariela Alderete, vicedirectora de FIC Argentina y la responsable del proyecto, asegura que son bastante distintas las realidades legislativas y sociales en los países que integran la campaña, pero cita algunos casos para tomar de ejemplo y no repetir errores ajenos. "En Colombia, la industria hizo lobby y consiguió mostrar un paquete por marca en el punto de venta. Pero se abusó, plagó el kiosco con paquetes gigantes, objetos promocionales, luces, y cerca de cosas que consumen los chicos", relata y advierte: "Lo importante es prevenir el inicio. Los que consumen hoy se iniciaron siendo menores de 19 años".
Fuente: INFOnews
Jueves, 28 de mayo de 2015
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