Nacionales Los 8 tips para poder estar de novio con una mujer con hijos
¿Enamoraste a una jovencita y te asusta su rol de madre? Tranquilo, joven, aquí van unos consejos para que sobrevivas a una relación de dos integrantes y medio.
Imprevistos. Es bueno saber que, desde el punto de partida, las citas y reuniones con la muchacha en cuestión pueden sufrir cambios en el último minuto. Si te vas a subir al tren en movimiento, no te onfedas cuando debas cancelar la mesa reservada hace más de un mes o regalar a último momento las entradas para ver "Tu cola me suena" por cuarta vez. El niño siempre estará primero.
Joven, no sea imbécil. Si sólo tiene intenciones de sumar un trofeíto más a su vitrina de presuntos éxitos venéreos, nunca le mienta a la jovencita respecto de la relación y su objetivo. De hecho, lo mejor es no hacerlo nunca, pero cuando hay una criatura de por medio es doblemente condenable. Cuentas claras conservan la amistad, y llegado el caso, también los revolcones.
A quitarse el chip "Cachocastañesco". Es probable que ahora tus planes nocturnos dejen de lado el champán mini y los boliches de la Costanera y te acerques al pochoclo, el helado de mascarpone y las películas del robotito que va a Marte a salvar el mundo y demás porquerías de la factoría Disney. Si sos un pirata matriculado, el cambió será duro y ostensible. Pero si creés que vale la pena, hacelo.
Formalidad sí, retiro obligatorio no. Como se aclara en el punto anterior, es difícil que salgas de lunes a domingo al abordar una relación con una chica que sea madre, pero que esto tampoco sirva para que tu ritmo de vida se adapte al cien por ciento al de ella. Si no respetás tu reloj interno y abandonás los jueves de fulbito y las eventuales visitas a los antros de siempre para beber como adolescente, quizá lo sientas y se complique todo. Aquí lo importante es dosificar: un chupetín, un shot de vodka, y todo así.
Pasito a pasito. Concentrate en disfrutar la relación con tu nueva festejante y no te presiones por la existencia de un heredero de la chica en cuestión. Ah, y ni se te ocurra competir con el padre del mocoso. Sos el novio de su mamá, y si la relación evoluciona de tal modo que el niño pase a un primer plano en tu vida, ya lo verás.
¡Alerta mundial! Si la relación avanza y, por esas casualidades de la vida, la criatura de tu novia te llama "papá", lo mejor hablarlo a solas con la mami y aclarar las cosas. Explicale, sin quedar anti, que el jovencito se confunda o aborde la relación de ese modo es un problema. Eso sí: si es ella quien te señala "¿viste? ya te toma como su nuevo papá", el consejo es uno solo: corre, hijo mío, corre lejos.
¡Policía sentimental no! Si en las primeras citas vas a consultarle por el padre del chiquillo, es mejor ir despacio y con tacto. En realidad, conviene que sea ella quien se refiera primeroi a ese tema, que rompa el hielo. Es fácil quedar en offside con esos temas, mejor elegí la corrección política y no el humor del tipo "che, cuando llegaba me pareció que me seguía el padre de Gustavito...". Queda feo, no lo hagas.
A no subestimar a las mamis. Si bien te dijimos que conviene empezar a redireccionar las salidas con la muchacha en cuestión, tampoco la tomes de mujer sin vida social; sí, es probable que no quiera ir todos los sábados a Esperanto, pero cuando te toque proponer a vos, no la invites al baby shower de tu concuñada o a un outlet de mamaderas. Hombre, es una persona de tu edad, con tus mismos intereses y deseos. En las salidas de pareja diviértanse como tal, no fuerces una situación irreal para quedar bien.
Fuente: Infonews
Viernes, 30 de enero de 2015
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