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Deportes “Ganar un título acá sería lo máximo”
El arquero de Racing cuenta cómo se vive la previa a la chance de ser campeón en Avellaneda. Dice que no se pueden permitir dejarse llevar por la ansiedad, destaca la importancia de Milito y valora el diálogo que propone Cocca con el plantel. “El equipo se supo adaptar a situaciones que me hacen pensar en una maduración a tiempo.”
El día que Sebastián Saja habló sobre la teoría del quebranto –“da bronca tanta autodestrucción en Racing”– una mueca de aceptación y de diagnóstico lícito abrió un disparador de identidades que en Avellaneda permutan, efusivas, según el resultado y los encantos efímeros de una pelota que toca la red. El equipo de Diego Cocca había jugado ese buen rato de lluvia y de agua en La Bombonera y entre apuros de un funcionamiento poco alentador y una derrota parcial –0-1, gol de Jonathan Calleri– se volvía a la concentración con interrogantes sobre cualidades y estilos que ubicaban a su entrenador, decían, en la esquina de una determinación.
Setenta días y unas horas después de aquel bamboleo, el tópico del arquero de Racing queda lejos y hasta quizá sólo forme parte de una observación que se ha revisado poco y que, incluso, cargó de argumentos a memorias frágiles que sumaban críticas ya no simplemente por alguna atajada que no fue, simuladas en pancartas perfectamente confeccionadas desde una tribuna. Racing ganó el 78,7% de los puntos en juego desde ese razonamiento –ocho triunfos, dos empates y una derrota ante Rafaela donde pegó cuatro tiros en los postes– y ahora su dependencia con el título es propia luego de ese triunfo que le deja como líder a dos fechas para el final y con la posibilidad de volver a ser campeón como en 2001 cuando este domingo viaje a Rosario para jugar frente a Central.
–¿Cómo van a neutralizar la ansiedad después de lo que se vivió el domingo?
–La vamos a calmar tal cómo venimos trabajando hasta ahora. Claro que es difícil, porque Racing es una locura. Pero nosotros no nos podemos permitir pensar más allá de un partido. En este caso, Central. Nadie piensa el después de Central, porque ese es el gran objetivo. Como en su momento fue Quilmes, como el domingo fue River. Tenemos que llegar como líderes a la última fecha contra Godoy Cruz.
–Pero imagino que hay una fantasía con lo que puede llegar a pasar si logran el título. En 48 años esto que están por vivir ocurrió sólo dos veces. –Eso lo tenemos bien claro. Tenemos bien claro que Racing se merece vivir todo esto que le pasa mucho más seguido. Sabemos que ganar un campeonato acá sería lo máximo. Pero todavía no alcanzamos nada, se puede estar cerca, pero nunca pensar más allá.
–¿Hay alguna razón puntual para entender este momento? –Estamos acá por lo que se hizo durante este campeonato y porque uno crece desde la autocrítica. Confiábamos en que los de arriba también podían perder puntos, pese a que River pasaba por un gran momento. Pero nosotros nunca nos corrimos de la idea de juego del entrenador. Nos costaba mucho dar vuelta un partido porque teníamos limitaciones. El partido contra Boca fue la clave, por ejemplo. Luego de eso tenés la sensación de que lo vas a poder dar vuelta. Y así construimos una solidez que se refleja en estos últimos partidos.
Racing puede coronarse campeón la próxima fecha si gana y River y Lanús no
–¿Cuándo se dieron cuenta de que habían recuperado esa confianza de los primeros partidos? –Cuando el equipo mostró señales y reacciones a tiempo. Se supo adaptar a situaciones que me hacen pensar que hay una maduración y se vio otra cara. Nosotros nos sentimos identificados y cómodos con lo que pretende Diego. Y creo que todavía no llegamos a nuestro techo.
–Más allá de una filosofía que queda de manifiesto en sus declaraciones y en la forma de armar el equipo, ¿qué tipo de conductor es Cocca? –Un entrenador que tiene mucho diálogo con grandes y chicos, y que está abierto a aceptar sugerencias que le podamos hacer. El entrenador también crece con los años de carrera, al igual que los futbolistas. Cuando yo era chico, y algo inmaduro, Pellegrini me enseñó educación, sobre todo en la parte deportiva. Me tocó que me dirija en el momento donde uno más se equivocaba y fue uno de los dos mejores, junto con el Cholo (Simeone). Siendo más joven necesitaba una imagen más fraterna, y tuve esa suerte. Soy un convencido de la importancia que tiene la comunicación para crecer.
–Siendo el único referente de un grupo joven y renovado en este Racing, ¿qué tan importante fue la llegada de Diego Milito a este plantel, más allá de su jerarquía? –Era algo fundamental. Lo necesitamos nosotros como equipo y la gente también. Para el fútbol argentino es bueno que vengan este tipo de figuras, tal como en su momento ocurrió con Verón, Maxi Rodríguez y Trezeguet. Yo también lo necesitaba porque Diego es un referente del club, es un líder dentro y fuera de la cancha y a veces se necesitan varias figuras para repartir tareas y que no caiga toda la responsabilidad en una persona. Milito es nuestra bandera, nuestro símbolo. Yo digo que él es a Racing lo que Messi a Barcelona.
–Para un equipo que entra en la zona de definiciones: ¿qué pesa más, el físico o la cabeza? –Pienso que la mente suele matar al físico. Acá lo que tiene que funcionar mejor es la cabeza, para calmar las ansias, para saber que la concentración es la clave. Por ejemplo, a River le tocó jugar una semifinal de Copa contra Boca y eso, quieras o no, pesa mucho en la mente. Jugar una instancia así contra Boca no es lo mismo, porque supone un desgaste mental muy importante. Te puede favorecer o no, pero ahora que pudimos dar el salto y que no dependemos de nadie debemos sostener lo que alcanzamos.
Fuente: Infonews.
Martes, 25 de noviembre de 2014
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