Locales Angustia de un abuelo ante la quita de pensión por invalidez de su nieto discapacitado
Hace un año y medio que Sergio Javier Tabares (20 años) dejó de recibir el beneficio de la pensión por poco más de 1900 pesos que cobraba por invalidez a través del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Es que en abril de 2013 fue dado de baja por fallecimiento.
El abuelo del joven, Francisco Antonio Phipps, peregrinó varias veces por las dependencias oficiales y por el banco que emitía el pago. Las respuestas ofrecidas no fueron buenas: debe esperar 90 días -hasta enero de 2015- para recuperar los derechos de cobro. El joven Sergio es discapacitado.
Según el certificado extendido por el Ministerio de Salud de la provincia, presenta un “retraso mental moderado, con deterioro del comportamiento significativo y requiere atención y tratamiento”.
El chico quedó a cargo de sus abuelos tras la muerte de su madre, Susana Alicia, en marzo de 2012. Desde 2004 gozaba del beneficio de una pensión por discapacidad, con un monto por mes que le alcanzaba para adquirir los medicamentos de por vida que debe ingerir y la indumentaria necesaria para sus actividades escolares.
“Todo esto me preocupa, porque tenemos que esperar que se cumplan 90 días, es decir, hasta el próximo año”, comenta ante NORTE el abuelo Francisco, con muestras evidentes de
desesperanza, angustia y cansancio de tanto peregrinar por dependencias estatales en busca de una solución inmediata. Su preocupación pasa por la falta de recursos para comprar ropa adecuada para su nieto, quien concurre a la escuela Los Girasoles y también a clases de equinoterapia en la Fundación San Jorge.
Para peor, al mismo tiempo que perdía la pensión también le fue retirada la obra social con beneficios del Programa Federal Incluir Salud (ex Profe).
“Me dijeron que espere 90 días para que le reintegren la pensión. Es mucho tiempo porque él se está quedando sin ropa para ir a la escuela y nosotros no podemos comprársela. Tampoco me van a devolver el tiempo que estuvo sin cobrar (un año y medio)”, se lamentó, y contó también los problemas propios de salud que le genera un estado de tensión e incertidumbre por esa situación que atraviesan.
Finalmente, para quienes quieran colaborar con la familia, Francisco pidió que se acerquen hasta el Barrio Insssep (Manzana 62, Casa 21), en la zona del Aeropuerto de Resistencia.
Fuente: Diario Norte.
Jueves, 16 de octubre de 2014
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