ACTUALIDAD Repudio del Movimiento Socialista Emerenciano a los hechos ocurridos en General San Martín Chaco  Ayer mataron a una persona. La Policía del Chaco se cobró la vida de un joven de 23 años llamado José Lagos, perteneciente a la comunidad aborigen qom. Estamos ante un hecho que demuestra dos cuestiones básicas: el grado de xenofobia y el de aporofobia de esa institución.
Lo que sucedió es responsabilidad pura y exclusivamente de la fuerza policial (de sus actores y aliados). No cabe culpar al gobierno y pedir la destitución de Capitanich u otro mandatario, pero sí es urgente un cambio estructural en el organismo “de control social”.
Hoy, en nuestra provincia, el aparato policial tiene mucho poder. No sólo tortura y genera vejámenes, sino que también maneja portales móviles y posee la prensa su favor porque recibe pautas del gobierno. Eso les otorga poder en la formación de opinión de la gente, y así se crea una cadena de odio incontenible (recordemos que la fuerza puede hacerle cosas feroces la política, ejemplo de ello tuvimos cuando fue manejada por gente como Videla, Massera, Serrano, Ruíz Palacios, Alcides Tómas).
Dentro del organismo policial se evidencia un gran odio hacia ciertos sectores sociales. La gente hoy tiene hambre. Ya no se puede asegurar el plato de comida ni en los merenderos. Las restricciones se profundizaron en la gente. Les da lo mismo morirse de hambre que de coronavirus. Cuando salimos a reclamar esta cuestión, somos reprimidos y estigmatizados por la Policía.
Ahora bien, el Gobierno del Chaco no solo debe apartar a los agentes implicados en los hechos de San Martín, también debe apresarlos y condenarlos. Pensamos que existe una falencia en la preparación cívica de los efectivos de policía y es necesaria la toma de decisiones concretas en este sentido, lo cual no es fácil.
Por otro lado, creemos que los Derechos Humanos no deben ser parte del Estado, sino ser ad honorem. Ante la violación a un derecho humano básico, sí establecer conexiones directas con los estamentos del Gobierno de turno, pero no depender de éste.
La situación se va a los extremos, y es grave porque los funcionarios policiales portan armas de fuego. Por eso pedimos:
• La condena efectiva y real a los culpables del homicidio.
• Que se revea la política de los Derechos Humanos.
• Un cambio profundo de la Policía.
• Que esto no vuelva a ocurrir NUNCA MÁS.
Sábado, 12 de junio de 2021
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