Economía Pymes cerrarán el año con caída de ventas, menor producción y empleo Un informe de CAME habla de crecimiento de costos y caída estrepitosa del crédito. En el contexto general, preocupan la inflación y la pobreza.
Todo hace prever que la caída en las ventas que se percibe desde inicios de 2018, se mantendrá en lo que queda de 2019, dado que el principal impulsor del consumo doméstico (el salario real) difícilmente pueda revertir, en el cuarto trimestre del año, la baja del 9% interanual que acumula hasta el momento”, señala uno de los párrafos más importantes del documento difundido ayer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado por el Departamento de Estudios Económicos.
Algunos números preocupantes que se presentan en el informe indican que las ventas pyme aceleraron su ritmo de caída para marcar en agosto -18,7% interanual; mientras que la baja del empleo entre las pymes fue 0,3 puntos inferior a la del conjunto del empleo privado (-2,5%); y el crédito acumula, en el último año, una baja en términos reales del 46,6%.
En el documento se presenta la evolución reciente de la actividad económica a través del análisis del desempeño de los principales sectores productivos, el estudio de las variables macroeconómicas, su tendencia en el corto plazo y las perspectivas e impacto financiero que esto genera en el sector pyme.
El informe, por un lado, brinda un panorama general sobre las propuestas para las pymes de los candidatos de cara a las elecciones presidenciales; las proyecciones del mercado para lo que resta de 2019; la situación de la pobreza; la relación con el FMI y el balance cambiario. Asimismo, se reflejan los principales indicadores macro de la economía como la relación de los precios e índices de inflación; la evolución de la reciente actividad económica; el comportamiento del dólar y la influencia de los factores políticos y económicos a nivel mundial.
A su vez, en cuanto a la coyuntura del tejido productivo pyme, el trabajo profundiza sobre la variación de las ventas del sector, la suba de costos, la caída en los créditos, la situación del mercado laboral y la actualidad de las pequeñas y medianas empresas industriales exportadoras.
Números clave
Entre los principales indicadores pymes, el texto resalta que las ventas aceleraron el ritmo de caída, ya que en agosto la merma fue del 18,7% a/a, 10,4 puntos más que el mes anterior. Y las ventas online, por su parte, registraron una baja de 16,5% a/a. A la vez, cae la producción industrial, aunque no más que en julio, ya que en agosto la baja fue de 6% (cifra similar a la de julio, 6,1%), impulsada principalmente por las caídas en productos de caucho y plástico (-12,7%) y minerales no metálicos (-11,7%).
Además, por dólar y tasas, los costos retomaron la tendencia al alza. “En promedio, los principales ítems relevados crecieron 8,9% m/m en agosto, impulsados fundamentalmente por la suba de los insumos importados. En el promedio ponderado para pymes industriales, el alza fue de 5,8%”, señala el informe de CAME.
Otro ítem preocupante es el referido al crédito pyme, que continúa cayendo con fuerza. “En el último año la baja acumulada, en términos reales, llega al 46,6%. En los principales segmentos pyme (documentos descontados y adelantos en cuenta corriente, ambos en pesos) las caídas en agosto fueron del -42% y -46,3% a/a.”, indica el documento.
Finalmente, entre los indicadores, se anota la caída del empleo pyme, aunque menos que el nivel general. “La baja entre las pymes fue 0,3 puntos inferior al del conjunto del empleo privado (-2,5%), y casi un punto menor a la pérdida de puestos de trabajo en grandes empresas (-2,9%)”, expone CAME.
Perspectivas desalentadoras
En cuanto a las ventas minoristas, la entidad señala que “tras el salto cambiario post PASO, aceleraron sensiblemente su ritmo de caída: el registro cayó 10,4 puntos porcentuales en relación a julio”, mientras que los sectores más afectados fueron joyería y relojería (-23,5% a/a), calzado (-22,7%) y farmacia (-21,5%). Así, en los primeros ocho meses del año la baja promedio alcanzó el 13,8% a/a, y la proporción de comercios que registraron bajas en sus ventas en agosto (81,4%) creció 15 puntos en relación a julio (mes en el cual se había alcanzado el mejor registro del año).
Con ese contexto, desde CAME estimaron que “la caída en las ventas, que se percibe desde inicios de 2018, se mantendrá en lo que queda de 2019, dado que el principal impulsor del consumo doméstico (el salario real) difícilmente pueda revertir en el cuarto trimestre del año la baja del 9% a/a que acumula hasta el momento”. “No obstante, el bono de recomposición salarial acordado y la revisión de paritarias que se espera para los próximos meses posiblemente puedan amortiguar en parte las bajas”, acotaron.
Costos y financiamiento
En el apartado que analiza los costos, el documento resalta que “la suba del dólar en agosto y el incremento de la tasa de referencia como estrategia para contenerlo pusieron fin al proceso de desaceleración en el crecimiento de los costos”. Por eso, en el mes el incremento promedio fue de 8,9%, explicado principalmente por el aumento en el costo de los insumos y la tasa de financiamiento de capital de trabajo.
Revela además que, el promedio ponderado según la estructura de costos tipo de las pymes industriales, registró un alza de 5,8% m/m, dado que el principal ítem –los salarios- registraron una suba que se estima en 1,4%.
Entre los ítems de mayor incidencia, la energía eléctrica se incrementó en agosto (interanual), 54.8%; el combustible 55.4%; los costos logísticos 62.3%; el costo de financiamiento 43.1% y los salarios un 42.0%.
Así, se estima que “el grueso del traspaso de la suba del tipo de cambio al precio de los insumos importados ya habría tenido lugar en agosto”. Pero “no obstante, posiblemente se sigan registrando incrementos significativos en septiembre, en parte por efecto arrastre”, indica la entidad.
Asimismo –sostiene- se espera que los costos logísticos se aceleren tras el levantamiento del congelamiento en el precio de los combustibles, a la vez que crezcan los salariales productos de la revisión de acuerdos paritarios.
Por otra parte, en el apartado de fondeo, se repasan los principales instrumentos de financiamiento corriente pyme. Allí se indica que “el crédito en pesos otorgado a las pymes a través de los instrumentos de uso más difundido (adelantos en cuenta corriente y documentos descontados) sigue retrocediendo; en agosto la baja fue del 46,3% a/a en términos reales en el primer caso, y del 42% en el segundo”.
Además, la suba en la tasa de referencia de la política monetaria impulsó nuevamente al alza las tasas de dichos instrumentos, que habían descendido levemente el mes previo.
En cuanto a las perspectivas, desde la entidad sostienen que “es probable que el volumen del crédito se siga reduciendo en los próximos meses, producto del carácter cada vez más contractivo de la política monetaria y la caída de la actividad. No obstante, se espera que las tasas tiendan a descender levemente, siguiendo la dinámica de la tasa de referencia a comienzos de octubre”.
En tanto, se indica entre los indicadores macroeconómicos la aceleración de la inflación, empujada por la suba en alimentos (4% en agosto); la tendencia a la baja de la actividad económica con caída de los salarios reales; un dólar que, por el momento, parece haberse estabilizado tras una suba de 27% nominal entre el 9 de agosto y fines de septiembre; la pérdida de reservas que, aunque más moderada, continúa; y un contexto internacional que no ayuda, ya que la OMC recortó en casi un punto y medio la proyección de crecimiento del comercio mundial para 2019.
Complejo panorama
Dentro del análisis del panorama general, el documento repasa las propuestas para las pymes de los dos candidatos presidenciales que más votos obtuvieron en las PASO. Se menciona así que Mauricio Macri se comprometió a “reducir los costos de contratación y la alícuota del impuesto a las ganancias”; mientras que Alberto Fernández, por su parte, se hizo eco del reclamo por reintroducir los beneficios regionales previstos en el decreto 814/2001.
La entidad expone en ese análisis inicial una serie de proyecciones poco favorables para lo que resta de este año. Así, según el relevamiento de expectativas de mercado (REM) del BCRA del mes de septiembre, las principales consultoras esperan una caída mayor de la actividad para el año: -2,9% en promedio. Mientras, mantienen la tasa de inflación proyectada en torno al 54,9% dic-dic. Y se vislumbra un 2020 flojo: la actividad caería 1,5%, y la tasa de inflación descendería 14,5 puntos, para cerrar el año en 40,4%.
Entre los indicadores más preocupantes, se ubica el que mide la pobreza. Así, el informe cita que, de acuerdo con la información del INDEC, en el primer semestre de 2019 la tasa de pobreza creció 8,1 puntos en relación a igual período de 2018, y ya afecta a 35 de cada 100 argentinos, y a 1 de cada dos niños menores de 15 años.
Desde CAME señalan al respecto que, dado que la medición no contempla la caída de los ingresos reales que trajo aparejada la devaluación de mediados de agosto, se espera que la cifra vuelva a subir en el segundo semestre del año.
Otro punto de ese panorama general es el desembolso del FMI, previsto para septiembre, que todavía no llega. Son USD 5.400 millones que deberían haber engrosado las reservas en septiembre, pero se espera que el organismo defina su desembolso cuando ya se encuentre resuelta la elección de octubre. Como consecuencia, para poder atender compromisos de deuda, el Tesoro debió echar mano a los fondos del préstamo del FMI que conservaba como respaldo de las reservas del BCRA.
Finalmente, en cuanto al balance cambiario 08-19, el mismo arrojó como resultado un déficit de USD 13.206 millones, explicado principalmente por la demanda récord de divisas para formación de activos externos por parte del sector privado no financiero (USD 5.909 millones), y la necesidad del sector público de cancelar compromisos en dólares (USD 5.374 millones).
Números rojos para las empresas industriales exportadoras
Según el documento de CAME, el 8% de las pymes industriales exportan actualmente, o lo hicieron alguna vez. En los últimos 3 meses, -11,5% cayeron en promedio las ventas al resto del mundo de este tipo de empresas. Chile y Uruguay son los principales países de destino de estas exportaciones (44% del total).
En tanto, el 70% de las pymes industriales planea exportar en el futuro, aunque el 68% no sabe exactamente cuándo. Entre los principales obstáculos para exportar o aumentar exportaciones, se cuentan los siguientes, según la importancia dada por las propias empresas: presión tributaria (15,2%), complejidad de los trámites requeridos (14,6%), dificultad para encontrar compradores (14,3%), costo salarial (12,3%), escala de producción insuficiente (11,9%), cargas sociales (11,8%), competitividad del tipo de cambio (10,8%) y falta de experiencia exportadora (9,1%).
Fuente: Diario Norte
Domingo, 13 de octubre de 2019
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